24 febrero 2010

ACCIDENTE

De nuevo, el curso me inspira:
Ya estoy más tranquilo. Ayer no me dejaron verle. Pero ahora está aquí, a mi lado.
Todavía no entiendo cómo él salió tan mal parado y yo, por el contrario, sin rasguño alguno. Ni tampoco la razón, si la hay.
Recuerdo que escuchábamos "You only live once" de The Strokes. La gente cruzaba por el paso de cebra. Y nos reíamos de un perro que quería ir más rápido de lo que su amo le permitía. Deslizó su mano desde la palanca de cambios hasta mi rodilla, lo hace cuando el semáforo está en rojo. Y la apretó un par de veces, como diciendo: "Ey, estoy aquí". Giré la cabeza y se puso a silbar, mirando hacia arriba. Siempre me hace sonreír con esos detalles. ¿Qué es la vida si no pequeños detalles?
Y, de pronto, un golpe. Mi cinturón evitó que diera contra el cristal. Pero su airbag no saltó. Me quedé bloqueado, no sabía qué hacer. The Strokes decían "Shut me up, I´ll calm down" (Cállame, me calmaré). Yo pensaba que tenía que hacer algo. Lo primero, llamar a una ambulancia. Gente de fuera se arremolinaba alrededor del coche. Marqué y no lo cogieron durante unos segundos, segundos que se hicieron minutos. Por fin, la voz de una mujer. La gente hacía preguntas. ¿En qué calle estamos? Sí, estoy bien, gracias. ¿Varios heridos? No. Creo que no. Creo que sólo uno. Él. Y la gente seguía. No, coño, no necesito nada, gracias. Sólo quiero una puta ambulancia que venga a recoger a Mario. ¿Es que no hay ningún letrero con el nombre de la calle? Lope de Haro dicen por ahí. Le miré. Ví la sangre. La mujer colgó el teléfono. Demasiada sangre. Y todos los coches que no se habían enterado de nada aporreaban el claxon. Las lágrimas formaron circunferencias perfectas en la carretera. Su rostro estaba cubierto de lo que empezaba a ser una costra. Se oía una sirena acercándose.
Salieron tres hombres de blanco. Preguntas. Más preguntas. Alguien explica que un motorista se ha estampado contra la puerta del conductor. La puerta de Mario.
Uno de los médicos se quedó conmigo. Dos enfermeros cogieron a Mario y le metieron en la ambulancia. Se fue tan rápido como llegó.
Y hoy está cubierto de vendas. Casi sin poder moverse. Respira. Habla. Poco, pero habla. El reloj de la sala 276 marca las 11:52. Dentro de poco se apagarán las luces. Espero que mañana el sol alumbre con más fuerza.

23 febrero 2010

BUBBLES

No quiero pensar...
... en la tristeza de Alba de los últimos días.
...en lo que le pasa a mi madre.
...en los problemas de mi hermano.
...en mi apatía y mi sinergia.
...en el arrepentimiento de hoy.
...en las dudas que me surgen con las personas.
...que necesite una pareja para ser feliz.
...que no tenga fuerza suficiente para seguir buscando sonrisas.
...que mi tiempo es más de otros que de mí mismo.
...que estoy solo.
Por eso, prefiero hablar de la única razón que hoy he tenido para sonreír. Y es una razón con nombre propio: Paula. O Pauli, o Pau, o Bubbles,...
Hoy tengo que agradecerte la mayoría de mis sonrisas, por no decir todas.
Es un placer compartir contigo...
...las clases porque tienes la capacidad de hacerlas más amenas.
...las comidas porque, aunque comas muy lento, nos reímos con sólo mirarnos en el momento preciso (tú sabes a que me refiero)
...los domingos que haces que sean menos grises viniendo a mi casa.
...las prácticas porque consigues hacerme feliz aunque nos rompamos la cabeza con el SPSS ese (de nuevo, sólo tú sabes a que me refiero)
...las tonterías como vamó vamó, macarrones,... y tantas otras.
...las canciones que compartimos y me recuerdan a ti cuando las escucho (y que ya son más de diez, canción arriba, canción abajo)
...los sábados por la noche en teterías o donde sea y el autobús que compartimos a la vuelta.
Sólo puedo añadir que, por si no ha quedado claro, me alegro de que hayas aparecido en mi vida. You are one of the most down-to-earth best friend ever.
Te quiero

22 febrero 2010

HERMANOS

Creo que mis hermanos son la faceta más privada de mi vida. A la que pongo más disfraces.
Días como hoy en los que no están mis padres en todo el día me doy cuenta de lo importantes que son para mí. Me gusta hacer de gato, de bebé, de papá,... de lo que haga falta. Sólo mi hermana entiende esos juegos pero su sonrisa vale el ridículo que hago. Me gusta que me coja de la mano y me lleve hasta donde ella quiere para que le alcance algo o, simplemente, para enseñármelo. Señala las pinturas y nos ponemos a dibujar árboles, un gran río, una casa de chocolate,...
Mi hermano es distinto. Las cosas son más difíciles con él. Y más actualmente. En muchos aspectos, es igual que yo. Él tampoco se deja ayudar, él también es hermético, él también tiene una coraza que le protege...
No sé. Días en los que dejo de hacer todo lo planeado (es decir, pasar apuntes, escribir y poco más) para jugar con ellos, me doy cuenta de lo que me pierdo cuando no lo hago.
Les quiero. Y a Noelia, que está lejos, también. Y la echo de menos.

21 febrero 2010

MÁS DESPACIO

Reflexión. Tranquilidad. Relajación.
Tiempo para pensar, tiempo para reflexionar, tiempo para relajarme y comenzar la semana con fuerza.
He tenido un fin de semana en el que he podido ver cómo la felicidad se respiraba en el ambiente, cómo las personas me daban abrazos sinceros.
Cómo Cris y Nuria me han escuchado y, lo que es mejor, me han querido escuchar y, lo que es mejor, me han querido ayudar y consolar.
Cómo Aitor continúa siempre plantando rosas en mi camino.
Cómo, poco a poco, sale de nuevo el sol en mi interior.

18 febrero 2010

CUENTOS

Tengo pocas costumbres. De hecho, creo que casi ninguna.
Me propongo hacer diferente hasta lo más rutinario. No cojo todos los días el autobús en el mismo sitio, cada día me levanto a una hora, no sigo el mismo camino para ir a casa, no me gusta hacer los mismos planes, intento buscar algo nuevo en lo viejo...
Lo único que puedo considerar una costumbre, que tampoco lo es porque no lo hago todos los días, es contarle un cuento a mi hermana todas las noches.
Hay días que toca Caperucita Roja (su favorito), otros prefiere Los tres cerditos, pocas veces me pide que le cuente Hansel y Gretel, y alguna que otra me deja elegir a mí...
Y yo intento que se imagine mundos lejanos con cuentos poco comunes como El califa cigüeña, La dama y el león (mi favorito), El ruiseñor de la china, Rapunzel,... O me invento alguno si me creo con la mente despejada.
Me gusta ver cómo observa al techo sin mirar realmente nada, pensar en qué estará pensando, intentar imaginarme algo similar a lo que ella imagina, ver sus enormes ojos buscando algo que no existe,...
Me gusta evadirme con ella en los cuentos. Porque son éso: cuentos. Narraciones de historias inventadas, la imaginación buscando algo irreal...
Quizá por eso nos amargamos tanto, porque no vemos lo que realmente merece la pena. Porque nos hemos olvidado de creer en lo irreal, de hacer posible lo imposible, de buscar lo desorganizado e irracional en lugar de lo lógico y etiquetado. Nos hemos olvidado de creer en los cuentos.
Y quizá por eso, nuestro "érase una vez, hace mucho tiempo" no tenga un final "en el que seamos felices y comamos perdices".
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

15 febrero 2010

I THINK I´LL START A NEW LIFE

In the light of the sun, is there anyone? Oh, it has begun...
Oh, dear, you look so lost, eyes are red and tears are shed,
This world you must´ve crossed... You said...
You don´t know me, you don´t even care, she said... You don´t know me, you don´t wear my chains...
Essential yet appealed, carry all your thoughts across.
An open field, when flowers gaze at you... They´re not the only ones who cry when they see you...You said...
I think I´ll go to Boston.
I think I´ll start a new life.
I think I´ll start it over, where no one knows my name.
I´ll get out of California, I´m tired of the weather.
I think I´ll get a lover and fly em out to Spain.
I think I´ll go to Boston.
I think that I´m just tired.
I think I need a new town, to leave this all behind.
I think I need a sunrise, I´m tired of the sunset.
I hear it´s nice in the summer, some snow would be nice...
Boston...where no one knows my name...

"Creo que comenzaré de nuevo, donde nadie sabe mi nombre..."
¿Cuántas veces he pensado eso?
Una vez mandé todo a la mierda y empecé de nuevo. Todo fue bastante bien.
Hasta que decidí que tenía que volver a hacerlo. Y ya no salió tan bien.
¿Y si lo hiciese una tercera?
No tengo tantas razones como las anteriores. Cosas peores me han pasado y las he superado.
Pero, sinceramente, ésta es la vez que menos fuerza y menos ganas tengo para sacarlas adelante.
He perdido la fuerza. Ya no sé dónde está. Vuelvo a ser ese chico débil de hace unos años. Ese chico que necesita que le empujen para dar un paso más. Ya no abro más puertas, ya no camino.
Quiero recuperarlas... pero no sé dónde.
Y sigo sin ser capaz de aceptar la ayuda que me prestan. Y sigo sin ser capaz de llorar delante de nadie.

14 febrero 2010

PUERTAS

He cerrado una puerta a la que todavía no he echado la llave.
Hay muchas puertas ante nosotros.
Detrás de algunas de ellas, nos encontramos cosas sorprendentes, que nos llenan y nos empujan a adentrarnos en ellas. Otras tienen algo que nos gusta y nos tiene allí durante un tiempo o en determinados momentos. Otras nos asustan con lo que puedan tener detrás y nunca nos decidimos a abrirlas. Otras no nos llaman la atención y decidimos que están mejor cerradas.
En el camino, además de bifurcaciones, hay puertas.
Debo cerrar muchas puertas. Aunque no quiera, no deben traspasar el resto de mi camino. Porque es una parte del camino que debo hacer en solitario. Quizá un vaso de agua, un árbol en el que apoyarme...Pero no debo tener compañía.
Pero, al contrario que otras veces, hoy tengo la certeza de que seguiré adelante. Pase lo que pase. Porque, por una vez, me doy cuenta de que no soy tan débil como pienso. Que puedo con mucho más de lo que puedo hacerme a la idea. Soy fuerte y soy capaz de seguir adelante. Paso a paso, seguiré.

11 febrero 2010

BIFURCACIÓN

Mi vida vuelve a tener múltiples sentidos. Muchas decisiones que tomar. Algunas más importantes, otras no tanto.
Quizá me equivoque en mi camino pero he decidido dar el paso y arriesgarme a escoger uno. Sé que no hay vuelta atrás, nunca la ha habido. Pero termina una etapa para empezar otra. ¿Mejor?¿Peor? ¡Quién sabe! Sólo sé que quiero arriesgarme, que voy a ser yo quien decida y que intentaré ser feliz allí donde vaya.
Quizá ésta sea una de las pocas veces que elija el camino. Disfrutaré de mi equivocación.

10 febrero 2010

ESCRITURA CREATIVA

"Querida madre (sabes que nunca fui capaz de llamarte mamá):
Te escribo sentado en la sala de espera del hospital en el que diste a la luz, en el que nací.
Las mismas paredes verdes, las mismas baldosas frías... Pocas cosas han cambiado aquí. Al contrario que entre nosotros.
Quizá me sienta en deuda contigo, quizá porque fuiste mi ejemplo de pequeño, como para todo niño,... Al fin y al cabo, nunca dejarás de ser mi madre.
Siempre había pensado que las madres habían sido creadas para brillar ante sus hijos, para iluminar su camino, servir de guía, de almohada sobre la que llorar. Pero tú no encajas en ese estereotipo.
Hubo un momento en el que dejé de importarte, un momento en el que quise ser sincero contigo y, gracias a eso, infeliz a partir de entonces.
No conseguiste entenderme, ni creo que lo hayas intentado. Me conformaba con que lo aceptaras. Pero siempre lo viste, y aún continúas viéndolo, como algo antinatural. No te pedía tolerancia; la tolerancia es para algo que no se soporta, como un dolor físico. Sólo esperaba que me quisieses, como cualquier madre quiere a su hijo.
Yo seguía siendo el mismo, antes y después. Yo no había cambiado. Pero tu mirada nunca volvió a ser la misma. Se mantuvo en tus ojos la decepción, el desprecio.
Y nunca podré cambiarlo. Por mucho que lo intente, por mucho que lo desee. Es algo natural.
Siempre he sentido esa atracción. No puedo evitar amar a otro hombre.
Mario me hace feliz, me complementa, me acepta. Y, además, me quiere.
En el mismo hospital en el que nací, está muriendo el hombre al que amo. Y, si él se va, no me quedará nadie. Porque tú no estás. Porque tú nunca has estado.
Y, por eso, no espero que me compadezcas, no espero que vengas a darme un abrazo y decirme que no pasará nada porque nunca lo hiciste,... No espero nada de ti.
Supongo que te escribo porque me siento en deuda por haberme dado la vida. Al fin y al cabo, nunca dejaré de ser tu hijo."

Este es el primer ejercicio del curso de escritura creativa. De nuevo, puedo escribir y tener el honor de que me critiquen, ver la opinión del lector, saber si realmente transmito lo que me propongo, conseguir técnicas y perspectivas para narrar,...
Hoy he venido a casa sonriendo. Me gustan las críticas, siempre que sean para mejorar.
Pero también me gusta que me alaben. Hoy he tenido el placer de ser alabado. De que mi texto sea alabado. Mi profesora ha resaltado la distinción entre "madre" y "mamá", la filosofía que se ve en el concepto de tolerancia, la importancia de la mirada de una madre, la idea de la deuda vital con ella,...
Ya habrá tiempo para que me critiquen, ya habrá tiempo para escribir más.
Hoy soy feliz porque me han dado un empujón muy fuerte para continuar escribiendo, para seguir pensando que la literatura merece la pena, que a alguien podrá servirle lo que escribo.
Grandes expectativas en este nuevo curso. Y una gran sonrisa de camino a casa.

09 febrero 2010

ASFIXIA

Llevaba bastante tiempo sin encontrar un libro que necesitase devorar, que no quisiera dejarlo hasta haber leído la última de sus palabras.
"Asfixia" lo ha conseguido.
Después de estar rodeado de libros escritos por filósofos y psicólogos, "Asfixia", de Chuck Palaniuk, me ha venido como anillo al dedo.
Es un libro cargado de críticas, contra todo y contra todos. Un libro escrito desde la amargura, el desacuerdo, las ganas de cambiar el mundo. Victor es un "antihéroe en tiempos de insania" que me ha hecho recuperar la curiosidad por la literatura norteamericana o, por lo menos, por este autor con una perspectiva tan personal de la realidad actual.
La historia de un ex-estudiante de medicina adicto al sexo que trabaja en un parque del siglo XVIII con un sueldo extra de las personas que le salvan de sus supuestas asfixias en caros restaurantes con una madre enferma rodeado de una sociedad que no le entiende y no le acepta.
Al fin y al cabo, podría ser cualquiera de nosotros. Sólo que él se atreve a relatar "su" verdad.
Un último aviso: es una novela que te agarra por el estómago. No sabrás si estás preparado para leerla hasta que lo hagas.

08 febrero 2010

COBARDÍA

Quizá, a veces, basta con respirar para no hacer cosas de las que luego te arrepientas.
Quizá, a veces, basta con no hacer nada para no arrepentirte.
Quizá, a veces, por miedo, no hacemos lo que deberíamos.
Quizá, a veces, hacemos unas cosas cuando tenemos idea de hacer otra.
Quizá, a veces, deberíamos pensar más las cosas antes de actuar.
Quizá, a veces, deberíamos pensar menos para tener tiempo de actuar.
Quizá, a veces, no sabemos qué hacer.
Quizá, a veces, no sabemos cómo hacerlo.
¿Es cobardía el no atreverse a hacer daño a los demás?

ME TOMO UNOS DÍAS LIBRES

Estoy harto de sentir. Estoy harto de que jueguen conmigo como si fuese una vulgar marioneta. Así que voy a dejar de fingir. No tengo corazón, ni puñetera falta que me hace. A partir de ahora y durante algún tiempo, no vais a conseguir hacerme sentir nada, no vais a conseguir afectarme. Sólo voy a observar lo que haceis. Voy a ser, durante una temporada, un objetivo observador desde el borde del camino. No sé qué voy a observar, no sé a dónde coño me va a llevar esto. Pero sé que no me apetece hacer nada. Así que, observaré.

07 febrero 2010

SENTIDO-DESTINO

No puedo escapar de los espejos.
El tiempo no me permite salir de este círculo, continúo atravesando espejos. Continúo viendo mi imagen reflejada, siendo incapaz de ver más allá.
Recuerdo cuando no era así. Cuando pensaba exclusivamente en aquellos que me rodeaban. Cuando no tenía tiempo para mí porque estaba demasiado ocupado arreglando la vida de los demás. Cuando mi mundo era, en realidad, lo que querían que fuera.
Y ahora me he encerrado. Me he vuelto un anacoreta sin sentido y sin destino.
Sí. He aprendido a pensar en mí. He aprendido que debo tener un espacio en el que pueda ser yo sin barreras, sin miedos, sin dudas. Y lo he conseguido.
Y, gracias a eso, he perdido mi entrega, mi "búsqueda de sonrisas".
Las ganas, la fuerza, mis ansias de cambiar el mundo, mi deseo de ver la felicidad a través de los ojos de los demás.
De acuerdo, necesitaba pensar algo más en mí, dedicarme algo de tiempo y dejarme un espacio.
Pero ahora no sé cómo encontrar ese equilibrio. He perdido lo que era.
Y ha sido esta última semana la que me ha abierto los ojos.
Estos últimos días he llegado al límite.
Ahora sólo siento tristeza, agobio, apatía,... Pero sin razón alguna.
Me cuesta ver la luz al final del camino. Necesito personas-linterna que me hagan ver que merece la pena seguir caminando, que me digan que soy capaz de llegar.
Y, en el fondo, sé que llegaré... Pero necesito un descanso. Necesito una pausa en el camino para reponer fuerzas y planear cómo quiero que sea el resto de mi andanza. Necesito descansar, respirar,... Necesito buscar un sentido y un destino.

04 febrero 2010

CONTRADICCIONES

En ocasiones, siento que soy un cabrón estúpido, insensible y calculador. Otras pienso que soy alguien cariñoso, cercano y amable.
A veces me siento solo. Otras pienso que hay demasiada gente que me quiere a mi alrededor.
Algunos días me agobio con la cantidad de cosas que he de hacer pero sin actuar. Otros actúo sin pensar en nada.
Hay momentos en los que creo que el mundo merece la pena y que toda persona tiene algo bueno en su interior. En cambio, hay otros en los que el mundo gira demasiado deprisa para mí y me parece que la sociedad es un monstruo de caos y destrucción.
Me contradigo constantemente. Me cuesta tener claras las cosas. Siempre tengo el "pero" preparado para cada ocasión.
¿Qué tiene eso de bueno?¿Qué tiene eso de malo?

02 febrero 2010

PAULO COELHO

Un viejo sabio chino caminaba por un campo de nieve cuando vio a una mujer llorando.
-¿Por qué lloras?- preguntó él
- Porque me acuerdo del pasado, de mi juventud, de la belleza que veía en el espejo, de los hombres que amé. Dios fue cruel conmigo porque me dio memoria. Él sabía que yo recordaría la primavera de mi vida y que lloraría.
El sabio contempló el campo de nieve, con la mirada fija en un punto. En un determinado momento, la mujer paró de llorar: -¿Qué estás mirando?
- Un campo de rosas- dijo el sabio- Dios fue generoso conmigo porque me dio memoria. Él sabía que, en invierno, yo siempre podría recordar la primavera y sonreír.
¿Por qué nos obcecamos en ver campos de nieve?
Busquemos campos de rosas a nuestro alrededor. Seguro que hay muchos más de los que pensamos.