24 noviembre 2010

PAREJAS

Hay guerras, hambre, odio, enfrentamientos, enfados,...
Pero, digan lo que digan, el mundo se mueve gracias al amor.
Día a día, hay parejas que se rompen, parejas que se crean, amigos que deciden llevar su relación más allá, personas recién conocidas que sienten algo especial y deciden arriesgar,...
También hay personas que no se atreven a dar el paso, personas que ven todos los días a alguien en el autobús y no se deciden a saludar, personas que nunca han vivido el amor de pareja porque se aterran a dar el paso, personas que no quieren comenzar una relación por miedo a lo que pueda pasar o al daño que le puedan hacer,...
Todas y cada una de las personas que pisan la Tierra han sentido el amor alguna vez. Sea un amor maternal, un amor filial, hacia un amigo o hacia la pareja.
La fuerza que mueve el mundo es el amor, no cabe duda. Incluso, en ocasiones, sentimos que las personas que nos rodean son más importantes que nosotros mismos.
Y cuando el amor se acaba, cuando cae el último pétalo de la ya marchita rosa, el corazón de cristal se rompe en mil pedazos, se hace añicos irreconstruibles.
El tiempo pasa y las piezas de ese puzzle tan improvisado como indeseado van colocándose en su sitio. Un día, un amigo tuyo se agacha y te ayuda a encontrar el lugar adecuado de esa pieza, otro día eres tú quien encuentra la posición de otro pedazo, un abrazo fija en su lugar las piezas que ya has colocado, un beso las cubre para protegerlas de nuevos rasguños...pero es inevitable que el corazón tenga cicatrices. Puedes reconstruirlo pero no negar lo que pasó.
Pero me parece que ese corazón lleno de cicatrices y de heridas que todavía no están cerradas es mucho más bonito y tiene mucho más valor que un corazón sin roces ni rasguños.
El amor sirve para usarlo, para compartirlo. Aunque, en ocasiones, duela. Pero ése es el riesgo que hay que asumir para poder disfrutar de la caricia. Una caricia que lleva al abrazo. Y ese abrazo, al beso.

21 noviembre 2010

GUADATERROR


Una idea que, aunque costara, por fin conseguimos llevar a cabo. Seis personas, sentadas en círculo alrededor de unas cuantas velas. Poniendo sobre la mesa todo lo que sentíamos, todo lo que pensábamos. Y lo felices que se nos veía. Un abrazo tras otro, sonrisas, algún que otro llanto,... Además, unas copas de cava que se caen, una película de miedo (como no podía faltar), una compra en el Mercadona, el coche de Irene y una carrera hacia una óptica, su prima acercándonos al cercanías, canciones desafinadas y otras algo afinadas,... y un sinfin de frases, sentimientos casi palpables, corazones desplegados en todos sus rincones, ofrecidos a aquellos que compartíamos una noche que será inolvidable. Se repetirá. Estoy casi seguro. Y espero que, para entonces, este lazo tan fuerte que nos une, siga aumentando, como espero que haga. I wish we will be together but not mixed for a long time.

14 noviembre 2010

RELAJACIÓN

Aprender a relajarse es lo único que le faltaría a mucha gente para ser feliz.
La gente que me rodea, muchas de las personas más cercanas a mí no tienen un segundo libre en su agenda: Aitor, Paula, Cris, Alba,...
Yo también tengo una agenda bastante apretada (este año mucho menos que otros) pero lo único necesario para estar cómodo con esa agenda es que te guste lo que hagas y que no te agobies.
Si encuentras ese equilibrio entre todos los ámbitos de tu vida (sabiendo que es complicado), estás un paso más cerca de poder ser feliz.

11 noviembre 2010

3+1


Mi prima Elena a las 8.05 : "Muyy buenos días, primito! Arriba el ánimo y a empezar el día con ganas! ^^ Este sábado hagamos lo que hagamos, te veo =) Un beso! Te quiero."
Vir a las 8.48: "Buuuuueeeeennnn diaaaaa amigooo!!! :)"
Laura a las 10.06: "Hoy es un buen día para estar alegre! =) Buenos días, señor Yang!¿Cómo estás?¿Retomamos la quedada?Joo..¿tienes muchos planes?¿Preferencia por algún día? Psicologuea mucho ;) Besitos."
Aún así, incluso con tres mensajes que le alegran el día a cualquiera, termino el día cansado y sin ganas de sonreír. Una mañana divertida, con Irene y su sonrisa, Alba y su "enchochamiento", Juan y su despertador, Dani acompañándome al pabellón B, Rocío medio loca, Óscar otro que tal baila...
Llega la comida y todo iba a ser perfecto: Javi con sus chorradas, Mama Paula y su amor para todos, Óscar, Irene, Rocío y yo. Pero tengo que llegar y joder el día con mi espalda, mi cambio de humor y ya estoy ennegreciendo un día que ha amanecido de una forma increíble.
Cris a las 19.19: "Clon! Siento decirte que hoy no nos podemos ver :( Tengo que terminar tres prácticas de mercantil y voy fatal de tiempo...pero tengo que hablar contigo porque sé que no estás bien asi que mañana quiero verte! Y recuerda que, como me dejaste grabado una vez que lo necesite, hay mucha gente que te quiere empezando por mí! Vale mucho en la vida de muchos. Te quiero!"
Me tranquilizo de camino a la reunión y allí me desahogo.
Me gustan aquellos ámbitos que inviten a hablar tranquilamente. Llamadme serio o lo que queráis, pero prefiero una buena conversación con un café de por medio (o un batido del Tranvia) a estar una noche de fiesta (aunque eso no quita que me guste).
Y, para poner la guinda, Nuria me pregunta si me puedo quedar un rato. Y, confiando en mí, me cuenta sus preocupaciones, cómo puede solucionarlas, qué quiere hacer con su vida...y me reafirmo en que lo que debo hacer y lo que quiero hacer es escuchar a la gente e intentar ayudarla de la mejor manera que sepa.
¿Por qué me empeño en fastidiarle el día a la gente que quiero?
Si es aguantable, ¿no me puedo callar? Hay quien tiene más cosas por las que quejarse, más dolores...y, aún así, guarda silencio.
Conclusión del día: Me jode saber que soy completamente afortunado y que no sepa disfrutarlo. Y, si cabe, me jode aún más que, no contento con no saber disfrutarlo yo, me dedico a fastidiarle la vida a la gente que me rodea.
Muy bien, Jose Manuel. Sigue así.

10 noviembre 2010

SIN GRACIA

Ya no más. Los músculos flaquean y soy humano.
¿Para qué continuar si no hay correspondencia?
Mis pasos no son claros, voy vagando.
Pero sigo intentando ignorar lo obvio,
que nadie vendrá si yo no le llamo.
Siempre el primero, buscando compañía,
¿para qué?. Estoy bloqueado.
No me apetece perseguir pero tampoco estar solo,
no quiero estar en casa. Entonces, ¿qué hago?
Escribir. Ya sin gracia. Ya sin ganas.
He perdido mi esencia. Ya no soy ese mago
que hacía aparecer sentimientos con mis palabras.
Perdido. Bloqueado. Dormido. Abandonado.