30 enero 2013

MÓVILES

El móvil era una herramienta útil para favorecer la comunicación cuando la distancia se interponía.
A día de hoy, se ha convertido en una adicción, una dependencia, una exigencia a aquellos que no son adictos y una obligación para aquellos que no están a la última.
¿Que no tienes whatsapp? Pues no te enteras de lo que ocurre.
¿Que no me contestas? Pues me enfado contigo, como dirían los niños pequeños.
¿Que tienes el móvil en silencio y no te enteras? Pues siento que me ignoras, que pasas de mí, que no te importo,...
Y así nos va, que el doble check rige ahora nuestras vidas y que te quedas sin batería y tu mundo social se termina.