01 marzo 2010

PORQUE MERECE LA PENA

Una última actuación en Aranjuez para una asociación muy cercana: Basida.
No sé. Esta última representación me ha llenado más que las anteriores. Ha sido más mágica, si cabe. A pesar del cansancio acumulado (o quizá gracias a él) de un fin de semana en el que no he podido respirar, incluso más ajetreado de lo normal, hemos actuado una última vez.
Y después de doce actuaciones (que se dice pronto) siento que ha merecido la pena todo el esfuerzo empleado. Las sonrisas, los abrazos, las canciones, los bailes, las meteduras de pata, las conversaciones,... el grupo de teatro en general.
Y el público. Siempre tan diferente y tan parecido. Mucha gente sin posibilidades de ver un teatro profesional ha podido disfrutar de este pequeño musical: personas con síndrome de Down, enfermos de SIDA, enfermos psíquicos, gente que me quiere, gente que no me conoce... Tantas personas han sonreído (y también llorado) con este musical... Tantos sentimientos.
Ahora sé que ha merecido la pena aprenderse un papel en menos de dos meses. Incluso con la presión, las ganas de tirar la toalla,... Ahora todo tiene sentido. Ahora que se ha acabado.
Y pensar que, en dos meses, estrenamos otro musical, me pone una sonrisa en la cara de la que no me veía capaz estos días (y unos nervios en el cuerpo que me impiden escribir).
Un teatro nunca decepciona.

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