26 junio 2011

RELEYENDO

Releyendo mi blog, me doy cuenta de cómo va cambiando la vida, incluso en poco tiempo.
Apenas hace seis meses del comienzo del año y, si tuviese que volver a decidir quienes serían mis doce uvas, se mantendrían sólo seis o siete personas.
Es curioso ver cómo cambian las relaciones; ver que algunas se afianzan, que otras pierden fuerza. Recordar qué cosas han hecho por ti, cuando te han decepcionado, cómo hay personas que se equivocan, cómo hay veces que eres tú mismo el que te equivocas, cómo puedes afectar en la vida de los que te rodean, cómo te afectan ellos...
No sé. El verano siempre me hace reflexionar. En verano siempre tengo más tiempo para estar yo solo, para darme cuenta de cómo la gente puede ignorarte durante días y días, para ver cómo luego eres tú quien ignora a otros durante semanas.
Aunque las cosas cambien, aunque las personas cambien, me alegra darme cuenta de que sigo pensando que siempre habrá alguien a tu lado para cuando lo necesites. Y, si hay quien no lo piensa, pues yo tengo la suerte de poder considerar de que, aunque quizá no sea la persona que a mi me apetezca, estoy seguro de que siempre hay alguien que se preocupa por ti, aunque sea mínimamente.
Al fin y al cabo y aunque las cosas cambien, tengo suerte.

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