Estoy confuso.
Hay momentos en los que no puedo dejar de quererla, ser consciente de que la echo de menos y de que quiero que forme parte de mi vida. Pero también hay momentos en los que quiero matarla, mandarla a la mierda con sus rayadas.
Muchos momentos. Muchos lugares los que hemos recorrido juntos. Muchos sentimientos los que me ha hecho descubrir. Muchas coincidencias en la manera de pensar, y de sentir.
Se me vienen a la cabeza fotogramas de distintos días: su cara en el Dunkin escuchando “Heavy on my heart”, el día que simulábamos ser estatuas, la charla de risoterapia, un día en el Café&Té de Sol mandándola un sms mientras pedía en la barra y luego, con un mensaje en una servilleta que aún sigue en mi corcho (9/11/08), una tarde con Juanan, Elvi y ella en Plaza España con un cachimba improvisada, los días de Agosto que durmió en mi casa, con Juanan o sin él, aunque acabásemos saturados, intentando liarnos en el palacio real aunque fallidamente, en el cine viendo “Public enemies” donde “había muchas tiendas”, la noche que fui a buscarla a la Casa del Libro, las noches de verano hablando por teléfono, otra noche en Plaza Castilla sentados en un poyo y sintiendo una conexión inexplicable, cenando en Batán y acompañándola a casa porque estaba mal, durmiendo en mi casa y abrazándome porque yo estaba mal mientras mi hermana andaba por ahí, noches en la chupitería con sus amigos, con los de la ECH, nosotros solos, una noche en Argüelles coincidiendo con Mary, y la noche que estuvimos durmiendo los cuatro en mi casa, tantos cafés en distintos sitios,…
Muchas horas. Muchos días. Muchos recuerdos. Demasiados. Porque ahora no sé si podré continuar alargando la lista de recuerdos. Porque ahora no sé si creo en el siempre o no. Porque estaba demasiado obcecado en la idea de “me odia” y ahora veo un resquicio que puede ser “la jode”. Y en eso estaríamos de acuerdo. Porque me jode. Y me seguirá jodiendo.
Me jode haber sido tan gilipollas. Me jode haberme centrado tanto. Sabía que la universidad me iba a alejar de todo y de todos, pero no tanto. Sabía que tendría que dar de lado a quien quiero, pero no tanto. Sabía que me iba a costar organizarme, pero no tanto. Sabía que estaría saturado tanto por trabajos como por hermanos, pero no tanto. Sabía que ella estaría esperando el momento en el que pudiésemos vernos, pero parece que no.
Porque la he cagado. Porque ya no contestaba a mis mensajes. Porque ya no me quería coger el móvil. Porque no me daba cuenta de que quería que le sacase un hueco. Porque no me la merezco. Porque ha sido demasiado increíble durante demasiado tiempo y ahora hay que dejar Helen para más gente. Porque ya tocaba que me abandonasen. Porque no podía ser todo tan bonito. Porque no tengo tiempo ni para decirla que la echo de menos. Porque no creo que quiera volver a verme. Porque no creo que deba volver a verla. Porque no creo que tenga fuerzas para quedar con ella. Porque se me caería la cara de vergüenza cuando la viese. Porque no sé que la pasa ni que la deja de pasar. Porque necesito saber que está bien. Porque pienso que soy yo quien ahora le está jodiendo. Porque creo que ahora está cabreada pero llegará un momento en el que el viento amainará y se dará cuenta de que tiene tantos recuerdos como yo. Porque los hemos vivido juntos. Porque me cuesta darme cuenta de que ya no tengo valor para darle al botón verde cuando paso por su nombre en mis contactos del móvil. Porque, si me atrevo a llamarla, cuelgo antes de que comunique.
Me jode que sea tan cabezota, que piense que la gente no merece la pena, que el mundo está lleno de gente asquerosa que quiere joderte la vida.
Pero es normal que piense eso si coincide con gente como yo.
Pero tiene a Juanan. Tiene a Elvira. Tiene a sus padres. Y eso debería hacerla ver que la gente no es tan mala como parece.
Ahora pienso en el día en el que nos conocimos, sentados en un taxi, saliendo de un cementerio. Y en lo lejos que me parece que está ese día si veo todos los que hemos compartido por en medio.
Y ahora no entiendo nada. Porque sabía que si las cosas se jodían, lo pasaría mal. Sabía que dice muchas cosas cuando se cabrea aunque no las sienta (me di cuenta con Juanan, con Elvi, con Samara, con Will). Pero lo que dice, duele. Y duele mucho.
Ahora no sé que quiere. No sé que quiero.
Pero, si lo mejor para ti, es borrarme de tu vida, hazlo. Dime, por tuenti, por blog, por sms,…que no quieres volver a saber nada de mí. Y me iré. De verdad, me iré. Ya tengo práctica en eso.
Pero no puedes pedirme que deje de pensar en ti. Que deje de quererte.
Pero, por favor, si crees que merece la pena, si crees que podríamos arreglarlo, si crees que ambos reconocemos que seguimos queriendo tener al otro en nuestra vida, házmelo saber también. No te prometo que pueda dedicarte más tiempo porque reconozco que no lo haría ni aunque quisiese. Porque no tengo tiempo material para hacerlo. Pero intentaré estar más pendiente. Intentaré aliviar tu carga cuando pueda. No intentaré ser “tu primer plato” pero si un plato de postre, o el platito del pan. Esos platos que están de vez en cuando pero que se agradece que estén. Es lo que te ofrezco. Sé que no es mucho pero es lo que puedo ofrecerte a día de hoy.
No puedo pedirte ni que me quieras, ni que me recuerdes con afecto, ni siquiera que me olvides; pero no puedes evitar que yo te siga queriendo, que pueda seguir escribiendo sobre esa gran amiga que tuve/tengo y que creía en un “people always leave” que yo le hice creer aún más.
Sé que no te lo crees pero sigo ahí. No sé cómo pero sé que quiero seguir ahí, seguir formando parte de tu vida.
De ti depende tu decisión.
Ahora puedes ponerme verde todo lo que quieras por escribir en el blog en vez de decírtelo a la cara o por la razón que sea. Pero sabiendo todo lo que he escrito. Porque es cierto. Porque quiero seguir conociéndote. Porque quiero seguir sorprendiéndome. Porque ya no quiero seguir absorbido por el tiempo. Porque ya no tengo arte para escribir. Porque ya no tengo fuerzas para continuar tecleando. Porque no tengo nada más que decir. Porque…Porque ahora tengo más razones para que mi canción siga siendo “Heavy on my heart”
Se te ve saturado, piensa seriamente en lo que te importa, al parecer tu amiga es muy importante para ti, sí tanto la quieres deberías pensar seriamente en replantearte tu vida, quizás no por completo pero sí como administras tu tiempo, llevo leyendo tu blog bastante tiempo y me he dado cuenta de que vives para los demás, te desvives por ellos, no esta mal que lo hagas pero no al precio de perder a los que te importan y por supuesto al precio de no tener un segundo de paz que todos necesitamos de vez en cuando.
ResponderEliminar-Nahuel.
Muchas gracias Nahuel
ResponderEliminaren serio has tirado todo esto por la borda. Es bonito pensar que un día viste ésto, es bonito pensar en todo. Pero, nosé. Supongo que otro ocupa mi lugar para ti, y que apenas soy un recuerdo.
ResponderEliminarMe jode haber sido tanto y no ser ahora nada. Para eso, ¿porqué perdimos el tiempo? Ni hablarnos.
Espero que puedas llegar a cambiar eso, Jose. El echar de tu vida a quien te quiere de verdad, el no permitir a nadie poder quedarse.
Fui buena contigo. Fuiste bueno conmigo.
Y ahora, no soy más que "yo tenía una amiga"...
qué triste. Tú que eres psicólogo, espero que encuentres una razón a este tipo de cosas. Yo, personalmente, no la encuentro.