SEGUNDOS PLANOS

Estos últimos días hay personas que me sorprenden.

Personas que, de alguna manera, eran más "gente" que otras.

Y me he dado cuenta de que se me valora mucho más de lo que suelo pensar, de que la gente me aprecia más de lo que agradezco, de que hay personas que las tengo en un segundo plano que, quizá, no se merezcan.

"A ver si te dejas caer más por aquí" o "Cuando termines los exámenes, te llamo y quedamos" son frases que he oido más de una vez a lo largo de esta semana.

No sé si los segundos planos deberían ser primeros y si mis primeros deberían quedarse en segundo. Aun así, ¿es algo que yo pueda decidir?

Ya no quiero poner planos. No quiero organizar. No creo que haya necesidad de priorizar.

Dame un día y una hora. Si nos parece bien, estaremos juntos allá donde nos parezca.

Un fin de semana en el que Paola me ha recordado que siempre habrá alguien en un segundo plano que, quizá, te entienda mucho mejor que los que están a tu lado todos los días.

El que sigue siendo "mi" barrio me ha recibido este fin de semana con mucha más fuerza e ilusión de la que me esperaba.

Sorprendentemente, parece que hay quien me echa de menos y se preocupa por demostrarlo.