"El beso que no te di
se me ha vuelto estrella dentro.
¡Quien lo pudiera tornar
-y en tu boca- otra vez beso?
¿Quién pudiera como el río
ser fugitivo y eterno:
partir, llegar, pasar siempre
y ser siempre el río fresco.
Es tarde para la rosa.
Es pronto para el invierno.
Mi hora no está en el reloj...
¡Me quedé fuera del tiempo!
Tarde, pronto, ayer perdido,
mañana inlogrado, incierto
hoy... ¡Medidas que no pueden
fijar, sujetar un beso!
Un kilómetro de luz,
un gramo de pensamiento...
De noche, el corazón que late
es el corazón del tiempo."
"Tiempo" de Dulce María Loynaz
Yo también querría ser río fugitivo y eterno,
poder escapar del ruido y del miedo,
sentir el agua rozándome el cuerpo;
poder parar y tener un momento
donde yo sea yo sin cansarme por ello.
Pero no puedo, hoy no hay tiempo
de arriesgarse y probar a jugar con el fuego.
No hay tiempo y no me atrevo
a que vuelva a doler, a que salga de nuevo
ese niño que sufría por el mundo entero,
ese chico que buscaba el amor sin rodeos,
ese joven que pensaba que no tenía dueño,
ese yo que sentía que no habría hueco
en el abrazo de alguien que veía perfecto,
que quería pensar que era verdadero,
que soñaba con dormir tocando su pelo,
que, estando junto a él, rozaría el cielo.
se me ha vuelto estrella dentro.
¡Quien lo pudiera tornar
-y en tu boca- otra vez beso?
¿Quién pudiera como el río
ser fugitivo y eterno:
partir, llegar, pasar siempre
y ser siempre el río fresco.
Es tarde para la rosa.
Es pronto para el invierno.
Mi hora no está en el reloj...
¡Me quedé fuera del tiempo!
Tarde, pronto, ayer perdido,
mañana inlogrado, incierto
hoy... ¡Medidas que no pueden
fijar, sujetar un beso!
Un kilómetro de luz,
un gramo de pensamiento...
De noche, el corazón que late
es el corazón del tiempo."
"Tiempo" de Dulce María Loynaz
Yo también querría ser río fugitivo y eterno,
poder escapar del ruido y del miedo,
sentir el agua rozándome el cuerpo;
poder parar y tener un momento
donde yo sea yo sin cansarme por ello.
Pero no puedo, hoy no hay tiempo
de arriesgarse y probar a jugar con el fuego.
No hay tiempo y no me atrevo
a que vuelva a doler, a que salga de nuevo
ese niño que sufría por el mundo entero,
ese chico que buscaba el amor sin rodeos,
ese joven que pensaba que no tenía dueño,
ese yo que sentía que no habría hueco
en el abrazo de alguien que veía perfecto,
que quería pensar que era verdadero,
que soñaba con dormir tocando su pelo,
que, estando junto a él, rozaría el cielo.
Que la ilusion no te aprisione, dejala ser, no la acogotes ni la intentes controlar.
ResponderEliminarcuidate ;)