Alzo la vista y grito a la nada. Busco en la sombra y nadie contesta.
Las lágrimas surcan mi cara,
ya no quiero esconder mi tristeza.
Sé que algo me falta
pero no encuentro respuesta.
¿Qué siento? ¿Qué me amarga?
Quiero pensar que alguien me espera.
Un Alma desolada.
¿Quizá sólo siento pena?
Pena sin lógica que danza
en los teatros de mi cabeza.
Pena sin razón.
Pena sin motivo.
Pena en un corazón que no tiene delito.
¿Qué busco? ¿Alguien me llama?
¿O quizá sea yo quien le sueña?
Tal vez sólo sea un hada
que intenta inspirar al poeta.
Otra noche solo en la cama.
Mi única compañía, la tela.
Mi única amiga, la almohada.
No saber qué es el amor es la condena
que mis huesos quebranta,
que mi vida encadena.
El día aún no acaba.
La noche me desvela.
Día sin emoción.
Noche de vacío.
Horas de aflicción sin alivio.
En la calle no está el Alma.
Sólo se oye la carretera.
¿Realmente hay alguien que me ama?
Gritos de viandantes con fiereza
esculpen a voces sus telarañas.
¿Hay alguien que me quiera?
Él aparece. Es el Alma desolada.
Llegó el fin de la guerra.
Le veo de frente, sosteniendo mi mirada.
Siento su aliento; se acerca.
Sus manos sujetan mi cara.
Existe. Por fin, me besa.
Llegó mi salvador.
El dolor ha huido.
Y escucho la canción que él me canta al oído.
Me gusta y en mi opinión es bueno.
ResponderEliminarCuando sientes algo profundo salen muchos versos, el arte esta en saber encadenarlos, y aquí lo has conseguido.
Sigue escribiendo, que tengo tu blog en el feed!
Cuidate!abrazotes!