Miro por la ventanilla del autocar un cielo en tonos ya rojizos. Miro de frente al sol y, tras unos pocos segundos, tengo que cerrar los ojos. Vuelvo a abrirlos y miro a mi lado, una chica joven lee Cien años de soledad de Gabriel García Márquez. Intento concentrarme en mirar la película que la pequeña pantalla del pequeño televisor del estrecho pasillo está reproduciendo. Vuelvo a mirar hacia fuera y veo coches pasar en dirección contraria. Árboles. El autocar frena y miro entre la butacas para ver qué pasa. Vacas. Apoyo la cabeza en el cristal y me comienza a vibrar, reboto sobre él pero sin que me duela. El autocar seguirá avanzando. Ahora sólo es el momento en el que ha arrancado para comenzar a andar un nuevo camino, acompañado de gente que me quiere y rodeado de pequeños y grandes corazones que se rompen y se unen entre ellos. Yo soy uno de esos corazones solitarios que busca romperse y unirse. Pero todo a su tiempo. Todavía no estoy preparado. Espero que este verano sea diferente y me ayude a romper las barreras de las que tanto ansío salir.
Ya sabes lo que implica salir y explorar¿?
ResponderEliminarOjala podiera volver a dentro, pero una vez que sales no hay marcha atras...
Pero seguro que a ti te ira mucho mejor ^^
no sé si algún día encontrare lo que estoy buscando.
Suerte, te kiero.