01 enero 2012

OTROS MUNDOS

- ¿Nuevo mundo?
-...
- Ahí. Hacia la derecha, están las vías del tren. Todo el cableado que se eleva a la altura de los cipreses como si fueran las olas del mar entre poste y poste. El cartel en el que se avisa que se debe tener cuidado porque hay zonas de alta tensión.
-...
- Aún así, unos niños están jugando a las canicas a su lado.
- ¡Los oigo!
- Hay una zona plana de cemento en la que han pintado un círculo, supongo que con alguna piedra cercana o una tiza, y están sacando las canicas del círculo. ¿Te acuerdas cuando jugábamos nosotros? Siempre me hacías trampas. Movías las canicas cuando no miraba o cuando me retiraba el pelo de la cara, que entonces lo llevaba mucho más largo. Luego me lo corté porque mi madre decidió que sería mucho más cómodo y recuerdo que estuve llorando durante días.
- Me acuerdo que me lo dijiste y no me lo podía creer. Pero luego se te empezó a rizar y a mi siempre me ha gustado estirar tus rizos.
- ¿No me digas?... Otras veces he intentado volver a tener la misma longitud pero siempre me ha parecido que lo llevaba más corto. Al ser más pequeña, es más sencillo que te cubra la espalda.
-...
-...
-¿Qué más hay?
- Tras la carretera, se ve un prado con unas cuantas ovejas o cabras, no veo bien qué son desde aquí.
- Son ovejas.
-¿Y cómo lo sabes?
- Las ovejas balan de una forma distinta y sus balidos se pueden oír desde aquí.
- Ah. Pues se puede ver cómo hay algunas zonas más pisoteadas que otras. Es como si dibujasen con sus pezuñas. ¿Te imaginas que lo hiciesen intencionadamente? Todas las ovejas caminando en la misma dirección, o dividiéndose el trabajo para conseguir un dibujo entre todas... ¿Por qué te ríes?
- Porque no has cambiado nada.
- ¿El qué?
- No has cambiado nada. Por eso me enamoré de ti. Eras una niña con una imaginación desbordante, siempre llena de sueños e ilusiones. Todos los días eran buenos para vivir una nueva aventura y, si no había tiempo o dinero, nos la inventábamos. Tú me guiabas con tu voz por los mundos que creabas para ambos. Siempre iba a tu lado y nos salvábamos mutuamente. Y ahora, setenta años después, seguimos creando mundos, lugares increíbles y viviendo nuevas aventuras.
- Siempre me ha gustado compartirlas contigo.
- Aunque antes fuera mejor, ¿no?
- No me importa.
- ¿Cómo?
- Que sé porqué lo dices y no me importa. No te sigas martirizando.
- Lo sé pero es difícil.
- Supongo. Pero hay que seguir adelante.
- Es complicado dirigirse hacia algún sitio si no ves lo que hay delante.
- Por eso yo soy tus ojos.
- Gracias por ser mis ojos.
- Si en este mundo no encajamos, siempre tendremos unos cuantos inventados para escapar, ¿no?
- Gracias por crearlos para mí.
- Gracias por escucharme.

2 comentarios:

  1. Precioso... Realmente precioso... A veces me sorprendo de la cantidad de fragmentos maravillosos y mágicos que encuentras, atesoras y compartes... Tienes una mente y un corazón inceíbles, josema.
    Un gran abrazo.

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  2. Me ha encantado.
    Es muy tierno. Esconde en sí más de un sueño.
    A veces sí vemos un mundo a través de los ojos de l@s amad@s o l@s querid@s.
    Hay mucho talento en el blog. ENHORABUENA!!
    Y también por hacer reir a un ser mágico, llamado Alba :). Besos y saludos. Mk

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