Es la historia de mi vida... una huida hacia delante.
Y si lloro, yo decido a quien le muestro mis lágrimas.
Y si me caigo, yo elijo quien me curará las heridas.
Y sigo corriendo... nunca aprenderé a andar, a tomarme las cosas con calma.
Y quien intenta seguir mi paso, obviamente, acaba desistiendo.
Y si no, les abandono... pensando que es lo mejor para ellos.
Porque no merece la pena tanto cansancio para llegar a ninguna parte.
Sin destino.
Sin sentido.
Sin un final al que llegar... pero huyo.
No importa a dónde llegue... sólo sé dónde no quiero estar.
Y sueño con otra vida, en otro mundo, en otro momento...
Y pienso que nunca será suficiente... que soy feliz.
Y es cierto... porque la gente me arropa.
Hay personas que me quieren y me aceptan como soy.
Pero ellos no llevan mis cadenas. Que no son grandes, pero son las mías.
Como las de todos. Cada uno con sus problemas.
Yo llevo conmigo los míos y los de las personas que me rodean.
Soy así de egoísta.
Por eso sigo huyendo... para no seguir agobiando a quien me rodea.
Para no plantar cara a aquello que me preocupa.
Porque son tonterías... que me afectan.
Estupideces... que me impiden ver que mi vida es increíble.
Porque nunca me dejaré ayudar.
Porque siempre mostraré una sonrisa aunque llueva por dentro.
Porque no sé llorar con alguien delante.
Porque yo decido a quien le muestro mis lágrimas.
Porque no aceptaré que me ayuden si puedo salir yo solo.
Pero tampoco si la necesito... no la pediré.
Y aunque haya quien me la ofrezca... nunca sabré agradecer que se preocupen por mí.
Sin estar seguro de nada... porque quizá todo lo que digo no tenga lógica después de todo.
Porque seguramente no la tendrá.
Porque sólo son pensamientos sueltos que no van a ninguna parte.
Porque mañana me levantaré y puede que piense todo lo contrario.
Porque todo depende de cómo lo mires.
Pero hoy no me apetece mirarlo de otro modo.
Mañana será otro día.
Porque, a veces, no basta con saber que eres feliz... necesitas sentirlo.
A veces, te hace falta sólo un "te quiero" gratuito, sin que tú lo hayas pedido, ni lo hayas sugerido.
Pero eso no se puede buscar... tienes que merecerlo.
Quizá no lo merezca.
Creo que ha sido la entrada que más te ha definido.
ResponderEliminarY si, creo que para ser alguien que busca sentir, no te permites llevar ese sentimiento al límite.
Eres una persona genial, que lleva mucho dentro, pero, para la mayoría, encerrada tras un gris hermetismo.
Y es una lástima. Es una lástima poder trepar, ver de vez en cuando aquello que se esconde detrás y que cuando lo consigas (solo un poquito), la cerca crezca aún mas y vuelvas a caer.
No es que no importes a la gente, es que a veces la gente no siente que te importe, y no todos están dispuestos a trepar, caer, trepar, y volver a caer para nada, porque la cerca seguirá creciendo.
Perdona mis duras palabras, pero son de alguien que te quiere y lamenta poder justificar lo escrito.