Dejando aparte las reflexiones, ayer ví actuar a Verónica Forqué y lloré. Hacía mucho tiempo que no lloraba, casi un mes, y ella consiguió que me metiera en la obra hasta hacerme llorar.
"La abeja reina" es una obra complicada de entender, tanto por la trama como por los personajes, pero que merece la pena en todos los sentidos. Te hace ver que el egoísmo y el hermetismo no lleva a ningún sitio, tan sólo a problemas.
En las propias palabras de esta gran mujer, "A veces nos cerramos al otro o a la vida. O nos negamos a ver cosas de nosotros que nos harían crecer. Hay que estar siempre muy abierto, de mente, de corazón; cerrarse sólo sirve para sufrir, y en esta vida estamos para estar alegres. Pero nos cuesta entenderlo"
Ya te digo si nos cuesta.
Ya te digo si nos cuesta.
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